Estos dos mendas acaban de consolidar un Golpe de Estado en España. Ellos solitos, puesto que ni siquiera han tenido el apoyo de todos sus militantes (aunque hayan tenido que votar por disciplina de partido, es decir, que si votas no, dejarás de figurar en las listas y, claro, te quedas sin el chollo de ser diputado).
El Golpe de Estado consiste en reformar una Constitución sin consenso cuyos efectos afectarán a todos los ciudadanos, sobre todo a los trabjadores: enseñanza, sanidad, servicios públicos... A esos dos mendas les importa una mierda el hecho de que los trabajadores tengan o no tengan servicios públicos, ellos van a lo suyo, es decir, a las órdenes de lo dictado por el FMI, el BM, el BCE..., o sea, esos organismos cuyos dirigentes nunca los eligen los pueblos, sino que son puestos por eso que ahora llaman "mercados" y que se deberían de llamar especuladores, bandidos, ladrones...
Bien es verdad que la Constitución reformada a golpe de imposiciones tampoco es una panacera, ni mucho menos. Es una mentira. ¿No dice esa constitución que toda ciudadana española tiene derecho a un trabajo? Pues hay cinco millones sin ese derecho. ¿No dice esa Constitución que toda ciudadana tiene derecho a vivienda? Pues hay millones sin ella mientras existen otros millones de casas vacías esperando un mejor momento para ampliar beneficios. ¿No dice esa Constitución que toda ciudadana tiene derecho a una enseñanza de calidad? Pues esa calidad se está yendo al garete con tanta privatización...
Dice muchas cosas la Constitución. Ahora se le ha añadido una más: nunca se podrá pasar de un techo en el déficit público. O sea, que allí donde no llega la inversión privada, es decir, en los ámbitos donde lo privado no obtiene beneficios, ahora tampoco va a llegar la inversión pública. Eso sí, esa inversión pública seguirá asistiendo a los bancos, a los ejércitos, a... A los pobres cada vez menos, por lo que se ve. Y esto lo defiende un partido que se llama "socialista".
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