Foto obtenida de
Preparo
el desayuno y, mientras lo tomo, miro, porque no leo, sólo miro, las noticias
de los periódicos. Y mira por donde que veo una en el Público de hoy (ya no en papel aunque era el único
medio que seguía subiendo en lectores y que dependía menos de la publicidad que
los demás y que, también, estaba muy pronto de ser rentable, cosa que a los otros periódicos de papel no les ocurre), que me recuerda algo que ya puse aquí, en La fiesta sigue: el sueldo que se levantaban los consejeros de Bankia.
Ahora resulta que de los trece miembros (y miembras) sólo uno se salva de no
estar imputado en el juzgado por el “Caso Bankia”.
No
nos alegremos tan pronto porque hay más, más. Muchos más. Veinte imputados
más y algunos muy, muy, muy… no se cómo decirlo por lo tanto pongan ustedes lo
que les de la gana en ese muy. Tales como Ángel Acebes Paniagua, uno de los
“duros” del PP, que fue ministro de Administraciones Públicas, de Justicia y de
Interior cuando Aznar estaba administrando el País, Mercedes de la Merced
Monge, que fue primer teniente (¿o hemos de decir tenienta?) de alcalde en
Madrid cuando el señor Manzano administraba la ciudad y que luego se dedicó
sólo al partido y ahora es presidenta de Mujeres en Igualdad (desde luego no
será en igualdad de sueldos, claro), Jesús Pedroche Nieto, consejero también de
la Presidencia en tiempos de su amigo Ruiz-Gallardón, con el que ocupó la
presidencia de la Asamblea de Madrid y que despidió a su secretaria cuando se
enteró que estaba embarazada. Bueno y así hasta los treinta y dos imputados.
Cierto
es que hasta que no se demuestre lo contrario, estos miembros (y miembras) son
inocentes. Cierto. Pero ante la opinión pública estos miembros (y miembras) son
responsables del deterioro, de la caída en picado, del prestigio (si es que
alguna vez lo han tenido) de eso que eufemísticamente llaman “clase política”
(algo que recuerda a la Rusia Soviética con su “clase burocrática”, como decían
los trotskistas, esos que nunca han estado en el poder y por lo tanto no se han
corrompido con sus fantasmas y alcantarillas y recepciones y comisiones y
servicios secretos y representaciones y… y que decían que era un “Estado
Obrero”, ese que desarrolló el mayor Estado totalitario que ha habido nunca, si
quitamos al de los nazis).
Porque
de lo que no podemos tener duda es que los políticos (hay imputados del PP, del PSOE, de IU, sindicalistas, de sindicatos oficiales, claro..., y no hay más porque no había más consejeros) están por el suelo en
valoración pero, eso sí, ellos se aferran a él, a ese poder que huele a podrido
y que les corrompe.
¡Qué
mal huele la política!
Nota:
Como ya dije el dibujo pertenece a un blog de chistes. Este dice:
Un ladrón,
entró de noche en una casa y despertó a un hombre que dormía. El ladrón dijo:
¡Busco
dinero!
¡Que buena idea, espera a que encienda la luz y buscamos los dos!