YO NO TENGO MÁS RAÍCES NI CIMIENTOS QUE YO MISMO

Señor Ratzinger usted dijo en Madrid, en esos días de fiebre nazi-apostólicos, mientras a un tal Rouco se le salía la baba de felicidad, lo siguiente:

“Hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces y cimientos que ellos mismos, que desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto”.

 Efectivamente, sin ser dioses -lo cual está muy cerca de la realidad, puesto que los dioses no existen, los han creado los hombres y luego otros hombres, nunca mujeres, han hecho de ese emblema un medio de explotación y adocenamiento-, sin ser dioses, digo, pienso que no tengo "mas raíces y cimientos que" yo mismo. Joder, es lo mejor que me ha dicho un apostólico, no creía que fuera usted tan listillo. Porque, cierto, quiero decidir por mi solo, no deseo que nadie me indique lo que tengo que pensar, lo que tengo que decir, como tengo que vivir, lo que tengo que sentir, con quien tengo que follar -y esta es otra, ustedes follan con quien quieren, aunque ellos/as no y luego dan lecciones- ... Y mucho menos un menda como usted que militó en las juventudes nazis, esas juventudes intransigentes, energúmenas y asesinas (¿o ha olvidado usted las cámaras de gas, esas que ahora dicen los nazis que no existieron?). ¿Con ese bagaje se atreve usted a dar lecciones de moral? Desde luego yo se perfectamente lo que "es la verdad, lo que es bueno o malo, lo que es justo o injusto", desde luego que lo se, y no necesito que ni usted ni nadie, incluído un tal Rouco, ni ningún otro energúmeno como ustedes me de lecciones de ello.

Vinieron usted y sus huestes a Madrid a organizar unas jornadas de la juventud... ¿por qué no se fueron ustedes a Somalia, allí donde es más necesaria la asistencia, la ayuda, la solidaridad... eso que ustedes, muy hipócritamente pregonan pero que no llevan a cabo. Vinieron usted y sus huestes a Madrid con toda la parafernalia, el boato, el lujo, el espectáculo... Es fácil llegar a un país desarrollado y en estado de avanzado rechazo a la religión, la suya y la de otros (musulmana, judía, hindú...), a ver si ese tal Rouco se lleva el gato al agua.

Bueno, vino a decirnos que no tenemos más raíces y cimientos que nosotros mismos. Y eso está bien. YO NO TENGO MÁS RAÍCES NI CIMIENTOS QUE YO MISMO. Gracias por recordármelo.

¡AH! No venga más. No es bienvenido, como ha podido usted comprobar.