El anterior presidente del gobierno italiano, Berlusconi, se ha ido, o sea, le han echado. En la calle esperaban pancartas llamándole payaso y alegrándose de que se fuera. Así que, ahí lo tienen, diciendo addio con esa cara de hipócrita y con esos bolsillos a reventar.
Pronto está dispuesto el sustituto, es decir, pronto está impuesto el sustituto, un tal Monti, un tecnócrata. Y así Italia "recuperará la confianza de Europa". Ahí lo tienen, con cara de decir esta es la mía.
Y todo atado y bien atado. Europa, la Europa del capital, de "los mercados", ha impuesto al sustituto de un payaso, ha impuesto al director de la Comisión Trilateral, la pionera del pensamiento único y de la globalización. Se ve que las crisis deben gestionarlas los serios, no los payasos. Uno que ya tiene los bolsillos reventados.
Pues bien, si ustedes tenían dudas de cómo funciona el mundo, si tenían dudas de para qué sirven los gobiernos, si no es para satisfacer los intereses del capital, pero del grande, no de ese con el que podemos abrir un bar, una tienda, un taller de reparación..., no, ese no pinta nada, es el grande, el del Club Bilderberg, ese al que pertenece el que será el nuevo jefe de gobierno en Italia.
¿Lo han elegido los italianos? No. Pero están contentos, ya se fue Berlusconi.
Bien ido, desde luego. Pero no ha sido por una huelga general, por una presión en la calle, por el deseo de los italianos... No, ha sido porque así lo ha querido el capital, eso que llaman eufemísticamente "mercados".
¿Tenían dudas?
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