“Patria: un palmo de tierra defendida”.
Miguel Torga
Poemas ibéricos
Hubo
un tiempo en el que yo creí que el iberismo, es decir, el nacionalismo ibérico,
ese que era aglutinante y no separatista, como ocurrió en Italia y también en
Alemania, aunque me jode poner este ejemplo; hubo un tiempo, repito, en el que
yo creí que el nacionalismo ibérico era la solución para todos lo males y todos
los bienes. Luego supe que había reyes consortes detrás de ese iberismo. Luego
supe también que tras el iberismo hubo prebostes centristas y militaristas
(pongamos por ejemplo a Salmerón, ese que reprimió duramente el levantamiento
cantonal). Luego supe que supe, que sentí, que morí. Luego vinieron los
estatistas, los sinvergüenzas, a fortalecer el estado. Y daba igual que fueran
ibéricos, españoles, catalanes, eusqueras, galaicos, andaluces o vallekanos.
Daba igual. Eran todos lo mismo. Miserables explotadores, muñecos de los
mercados, fascistas encubiertos.
Y
mira por donde que hoy, como juega un equipo de fútbol que llaman español
contra otro equipo de fútbol que llaman portugués, resulta que los hay que
dicen que gane éste o aquél pero que sea quien sea, apoyarán al que gane en la
final, “se volcarán con él”. Y mira por donde resulta que han vuelto a surgir
voces iberistas. Hoy, que juegan dos equipos de fútbol que llaman “nacionales”,
pero que se llevan cantidades exorbitantes hoy que estamos en crisis. Claro que
también estamos en crisis y los políticos profesionales se llevan crudos miles
y miles de euros para su disfrute privado, ellos, que son públicos. Dicen que
so públicos. Pero ante un público como una prostituta y un presidente de
gobierno, ante una prostituta y un ministro, ante una prostituta y un
subsecretario, ante una prostituta y un parlamentario… Prefiero una y mil veces
a la prostituta que a todos los demás.
Hoy,
ante la mierda del fútbol, ante el cometarros del fútbol, ante el engañabobos
del fútbol, ante lo miserable del fútbol… grito muy alto:
SE VAYAN A LA MIERDA LOS EQUIPOS
“NACIONALES”
Y QUE PIERDAN TODOS,
INCLUÍDO EL ÁRBITRO.
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