Foto tomada de:
http://vamosacambiarelmundo.org/2012/05/denuncian-al-presidente-del-tribunal-supremo-por-malversacion-de-fondos/
La
Constitución española de 1978 afirma que “el Tribunal Supremo, con jurisdicción
en toda España, es el órgano jurisdiccional superior en todos los órdenes”
(art. 123). “El Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo
General del Poder Judicial. Será nombrado por el Rey a propuesta del Consejo
General del Poder Judicial entre miembros de la carrera judicial o juristas de
reconocida competencia” (art. 123 de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del
Poder Judicial).
Uno
no cree mucho ni poco en las instituciones. Uno está muy cerca de ese
movimiento que llaman “antisistema”. No en vano las instituciones sirven al
capitalismo y éste, como ya ha quedado demostrado en más de cuatrocientos años
de ensayos, no ha solucionado los males del mundo, más bien diríamos que los ha
agrandado, convirtiendo alguno de ellos en irresoluble. Es suficiente echar un
vistazo sin filtros ideológicos al mundo: las diez fortunas más grandes del
Planeta se levantan ellas solitas la impresionante suma de ¡406,1 billones de
dólares! Según la revista Forbes de 2011. España planea recaudar 16,4 millones
de dólares en 2012 con los que basará sus Presupuestos Generales del Estado
(nota 1), es decir, que diez individuos”, bueno hay entre ellos una “miembra”,
suman tantas veces la “riqueza” de España (entre los ricos figura un español)
que da vértigo. Este es el mundo que nos ha deparado el sistema capitalista.
Por lo tanto ir en su contra me parece un acto de justicia universal, máxime
cuando más de dos millones de personas mueren de hambre cada día en el mundo (nota
2).
Pero
si hemos de creer en las instituciones resulta que nos lo ponen muy difícil.
Pongamos por ejemplo el Tribunal Supremo Español, “el órgano jurisdiccional
superior”, o el CGPJ, el máximo órgano de gobierno de los jueces. Resulta que
su máximo representante, el Presidente señor Dívar, está en entredicho. Y no lo
digo yo, como muy cercano a los “antisistema”, no; lo dice un periódico tan
“serio y progresista” como El País. Véanlo ustedes mismos:
“Revilla,
Presidente de Cantabria en julio de 2010: ‘Si Dívar dice que le hemos invitado
a Cantabria, miente’”. El País, 12 de junio de 2012 (nota 3). Hay más:
“Dívar aporta datos falsos para justificar otros 12 viajes de fin de semana”,
El País, 12 de junio de 2012 (nota 4). La cosa empezó con un solo vocal del
Poder Judicial que denunció a su Presidente por malversación, El País, 8 de
mayo de 2012 (nota 5). El día ocho de mayo era un vocal, pero el día 14 de
junio ya eran cuatro, y lo dice un periódico de reconocida solvencia ultraderechista:
La Razón del 14 de junio de 2012 (nota 6). Otro “rotativo” de información
“fidedigna”, como lo es el ABC, en su edición del 13 de junio de 2012, afirmaba
que “cada vez son más las voces que cuestionan la continuidad del presidente
del CGPJ” (nota 7). Si hay quien pide la dimisión del presidente del Supremo es que no hay mucha seriedad en él.
Si
todavía tenemos dudas nos las aclara el señor Fernándo Ongega, que no creo
tenga tendencias “antisistema”, que nos dice en La Voz de Galicia del 14 de junio
de 2012 lo siguiente: “El señor Dívar, don Carlos, es un
héroe de la resistencia. Se ha atrincherado detrás de la muralla de su
conciencia (…). Si de la tranquilidad de conciencia dependiera, serían
inocentes, por ejemplo, todos los genocidas que justificaron el exterminio de
pueblos enteros por un enloquecido beneficio a la humanidad” (nota 8), si bien
creo que ese “beneficio a la humanidad”, que lo tacha nuestro comentarista, que
también lo es de TV1, de “enloquecido”, es en realidad un febril beneficio a
sus bolsillos. Bueno, también podríamos exhibir aquí algún comentario de otros
insignes intelectuales que escriben el El País Semanal, pero para muestra bien vale cuatro botones.
Mientras
este señor choricea dinero público, según las noticias ya mencionadas, el
Tribunal Superior niega los euritos (que no pasan de 400 euros) necesarios para
que la octogenaria María Martín, a cuya madre asesinaron en septiembre de 1936
en Ávila, se pueda trasladar a Madrid para declarar ante magíster tribunal.
Es
evidente que las instituciones “democráticas”, tal y como están diseñadas, lo
único que hacen es corromperse, corromper y facilitar la corrupción.
Que
nadie se extrañe, pues, que un servidor tenga ninguna fe en las instituciones.
Porque, además, es que sus representantes se cachondean del nosotros, los que
pagamos viajes, ropa, visitas turísticas, comidas, armas (que se vuelven contra
nosotros, pagatas), hoteles y un sin fin de corrupciones (o sea se, de malversaciones).
Habrá
que aplicar al presidente del Tribunal Supremo, del CGPJ y a otros presidentes
de otras instituciones, incluso a los que cazan elefantes ya casi agotados por esos mundos, o pescan por diversión, o juegan al golf, o al tenis y declaran
en Andorra, o a futbolistas que ganan un soñar mileurista y, además, no
declaran a Hacienda, a dueños de club futboleros que se pasan la opinión de los
mileuristas, esos gilipollas que les jalean en los campos de fútbol, a los
dueños de empresas que saben como engañar al Fisco, algo que los mileuristas ni
saben ni pueden… A todos esos mendas habrá que aplicar, digo lo de la mujer del
César. Porque parecer, desde luego, no lo parecen.
¿Cómo
vamos a confiar los mileuristas, novecientoseuristas, nadaeuristas, parados,
pensionistas, explotados… en instituciones que se llevan en un fin de semana
1500 euros en viajes, hotel, restaurantes…? ¿Cuándo un mileurista,
novecientoseuristas, nadaeuristas, pensionistas, explotados…, podremos gastar
mil quinientos euros en un fin de semana que es lo que ganamos en dos, tres o más
meses, como hacen los salvadores de la patria?
Notas:
8.- http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2012/06/14/divar-reino-cielos/0003_201206G14P17993.htm
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